lunes, 30 de diciembre de 2013

Las conductas y las matemáticas.

En la actualidad, sabemos que:
Hay y existe un mal físico, que produce dolor físico.
Hay y existe un mal del Alma, que constituye el mal psíquico.
Hay y existe un mal espiritual, que es el mal del espíritu.


Para los que saben matemáticas, sean Ingenieros, Físicos, Matemáticos  o Físicos Matemáticos, diremos que ese plano lo conforman los ejes   “x-x’, y-y’, z-z’”,  en donde el eje “x” es el Psíquico, apuntalado por la verdad, y el eje “x’” es apuntalado por la mentira; el eje “y” es el Físico apuntalado por el bien y el eje “y’” es apuntalado por el mal;  el eje “z” es el Espiritual apuntalado por DIOS (la belleza, la bondad) y el eje “z’” es apuntalado por el maligno (demonio). Por lo mismo nos damos cuenta de que hay 8 (ocho) planos conformados por los ejes “x-x’, y-y’, z-z’”.
Por lo anterior – matemáticamente - vemos que los males Psíquicos (ejes x-x’) requieren tratamiento psiquiátrico. Los males Físicos (ejes y-y’) requieren tratamiento Físico. Los males Espirituales, requieren de tratamiento Espiritual, Religioso, “Pneumático”. Vemos que hay que luchar contra fuerzas invisibles que andan por los “aires” y que atormentan nuestra conducta.
De los 8 (ocho) planos, observamos que el x-y-z es el único plano positivo en su totalidad, es el bien en su mas pura expresión, es la Santidad, la perfección, la verdad,  es ser Dios.  le siguen el x’-y-z, x-y’-z, x-y-z’ son los que sufrirán un poco para alcanzar la salvación, en seguida los de   x’-y’-z, x’-y-z’, x-y’-z’, padecerán mas para alcanzar el perdón. Y finalmente los que caen en x’-y’-z’ son perdidos. Amén. lo que (es un misterio), diga el Ser Supremo.

Las enfermedades y las matemáticas

Fijemos tres ejes a 180º  cada uno, cuyo centro es 0.
Uno es el eje “x”, el otro es eje “y” y el tercero es eje”z”, los tres convergen en su centro “o”.
El eje x’ es el deficiente (es la mentira), falta de amor, egocentrismo.
El eje y’ es el destructivo (es el mal). falta de amor con odio.


El eje z’ es el eje excesivo. Es el maligno, (el demonio).falta de amor con indiferencia.
El centro “o” es el punto de equilibrio, es la confianza, es el Amor.
El plano x’ –z’, lo conforman los deficientes.
El plano y’-z’, lo conforman los enfermos destructivos.
El plano x’-y’, lo conforma el exceso, es decir los excesivos.
Identidad de cada uno.
Los de exceso de deficiencia = destructividad.
Exceso de exceso = destructividad.
Los carentes (faltos de exceso) = deficientes
Todos ser humano (con mayor razón los enfermos) quedan en las funciones siguientes:


En resúmen:
Eje Psíquico.- Eje x es la verdad, eje x’ la mentira.
Eje Físico.- Eje y es el bien, eje y’ el mal.
Eje Espiritual.- Eje z es Dios, eje z’ el demonio, el maligno.
Por tanto el ser humano queda encuadrado en las funciones.
f(x,y,z), f(o,o,z), f(o,y,o), f(x,o,o) y f(o,o,o) que es el amor, la confianza.
Estas ecuaciones fueron encontradas en base a los datos proporcionados por un médico muy humano, pues inclusive experimenta las substancias en el mismo. Y además es Filósofo y Pensador.

jueves, 26 de diciembre de 2013

2a Moradas, 1a parte

Comentario
Así como hay comida para el cuerpo, la cual existe en casa, en restaurantes o en fondas o en otros lugares, y que puede ser desde un raquítico platillo, hasta mesas con muchos platillos de comida a elegir (bufets). También de la misma manera existe el alimento para el Alma, que puede ser desde un sencillo libro religioso, o enseñanza de sociedad “discreta”, o ambas combinadas (que por lo general lo es), incluidos (a manera de mesas con diversos platillos), los muchos tratados de las diferentes religiones existentes en nuestro país, como son los escritos de los grandes Teólogos o Doctores de la Iglesia. Hay que mencionar también los tratados de Misticismo que sobrevivieron y existen hasta la fecha de nuestros antepasados Aztecas.

Segundas moradas

Para facilitar y no cansar a nuestros amables lectores, vamos a comenzar con una síntesis de lo que escribió Santa Teresa de Jesús  referente a las segundas moradas en su libro Castillo Interior

Las segundas Moradas son ascéticas. Introducen en el fundamento de éste camino espiritual. Quienes practican y se ejercitan en la perfección cristiana con la Oración, JesusCristo los llama a conocerlo y a seguirlo. La persona está en plena lucha espiritual. Nos habla del Amor y el desasimiento.

Prácticamente se inicia el éxodo hacia lo profundo. Es la perseverancia en la lucha de los que han comenzado a tener oración. Es la batalla entre la interioridad contra la exterioridad. Dios nos lleva de una Morada a otra y nos conduce a lugar donde los peligros del mundo no nos pueden tocar ni cansar.

Es la lucha perseverante por un Amor limpio y gratuito.

Dios llama a que nos acerquemos a El. Hace curas para sanar, Dios es buen vecino, espera por nosotros varios años.

Quien mejor acepte la voluntad de Dios, va por el camino correcto, pues por donde le lleve, más recibirá del Señor.

Cuando arrecian las dificultades hay que proceder con suavidad y dirección en la Oración
Está tan muerta la Fe, al 2013, que queremos más lo que vemos que lo que ella (la FE) nos dice.

continuará

martes, 10 de diciembre de 2013

La Muerte

Antes de comenzar  el estudio, haré una observación y la escribo por ser del dominio popular en el reciente pasado. Era y es una filosofía de la que se tenía conciencia. Imperaba en la mente del pueblo mexicano – todavía - durante el siglo pasado (XX), solo que a partir de 1970 la Bestia del Apocalipsis ha luchado por acobardar al pueblo, borrando de la mente su verdadero pensar para hacerlo a su modo.
 
En México nos burlamos de la muerte, jugamos con ella, le hacemos bromas, ella se siente a gusto con nosotros. Le decimos: ¡llévanos!, pero se niega. Nos quiere llevar, pero no puede hacerlo antes de tiempo. Sabe que nacimos para morir. Hay requisitos que cumplir para morir.

En Estados Unidos le tienen miedo, la ven sangrienta, la ven fatal, quieren ser fantasmas, zombies, quieren vivir, ¡no quieren morir!. Ven y visitan a brujas para que les prolonguen la vida.
 
Introducción
 
En éste estudio veremos los diversos conceptos que se han tenido acerca de la muerte a través de los años, plasmados en el Antiguo Testamento, pasando por el Nuevo Testamento hasta los tiempos actuales.

En el Antiguo Testamento se apreciará en el holocausto la total sumisión a Dios.

En la Pascua, apreciaremos el triunfo de Cristo sobre el pecado (avón) y la muerte, y también como se nos recuerda cada Miércoles de Ceniza el fin que hemos de tener por lo que se nos invita a reflexionar acerca de nuestras acciones (obras) en vida.
 
Significado de la muerte.
 
La palabra muerte, significa literalmente cesación o término de vida, es la separación del cuerpo y del alma, deriva del Latín mors, mortis. Desde tiempos ancestrales, el hombre  ha rendido culto a la muerte en las diversas culturas. Así, en el holocausto vemos como se expresa la total sumisión a Dios (Lev 1.1; 1 Sam 15,22; Salmo 51,18).
 
En la Liturgia se considera el fin de la vida humana no como desgracia límite o final de la existencia de la persona, sino como entrada a la gloria (1). En el A. T., se hace mención del sufrimiento y la muerte como una perspectiva que no son para el justo, por su esperanza de alcanzar la inmortalidad, ni un castigo, ni una destrucción (Sabiduría 3, 1-9), sin embargo nos profetiza el nacimiento de quien nos redimirá.
 
Narraciones, en la Pascua (2)
 
San Pablo nos comenta en 1 Corintios XV, 3    ....”Cristo murió por nuestros pecados, tal como lo dicen las escrituras”.

La muerte de Jesús no es un fracaso, es la mas grande muestra de amor de Dios por la humanidad. Cristo venció al mal, al pecado y a la misma muerte. Con Jesucristo, también vencemos quienes nos unimos a El en la Iglesia por medio del Bautismo y los demás sacramentos.

Nuestra unión con la muerte de Cristo, realizada sacramentalmente en el Bautismo, debe todavía actualizarse en nuestra vida diariamente. Tal es el sentido de la Ascesis por la que nos mortificamos; es decir, hacemos que mueran en nosotros las obras del cuerpo (Rom 8.13); en efecto, la muerte ha cambiado de sentido desde que Cristo ha hecho de ella un instrumento de salvación.
 
En 1 Corintios XV, 26 dice “El último enemigo destruido será la muerte”, ello nos confirma que la muerte es un paso para entrar a la gloria.
 
En la ciudad de Corinto, varios pensaban que después de la muerte, el alma inmortal sale del cuerpo y sigue viviendo sola, olvidando su pasado y abandonando la materia y el cuerpo, reputados instrumentos del mal. Otros pensaban que todo termina con la muerte y que es mejor conformarse con el momento presente. (3)
 
Meditación acerca de la muerte en el Miércoles de Ceniza.
 
Cada año, en la Liturgia se nos recuerda la frase “Polvo eres y en polvo te convertirás”, ya que no nos preocupamos en que la muerte viene a la hora que menos lo pensamos.  La meditación que debemos hacer es acerca de cuales han sido nuestras acciones (obras) ¿han sido buenas?, ¿malas?, ¿cuántas obras buenas hemos dejado de hacer?. ¡La muerte llega mas pronto de lo que nos figuramos!

La frase citada se dice el Miércoles de Ceniza, con el que da inicio la Cuaresma, es en éste día que los ya bautizados se preparan para celebrar la muerte y resurrección de Jesús.
 
En el Antiguo Testamento, en Isaías 52, 13-53, nos habla acerca de la muerte de Jesús “Lo arrancaron de la tierra de los vivos, lo hirieron de muerte por los pecados de mi pueblo, le dieron sepultura con los malhechores a la hora de su muerte”.......indefenso se entregó a la muerte y fue contado entre los malhechores.

En el Nuevo Testamento encontramos en Lc. 23, 46 ....Con voz sonora Jesús pronuncia la séptima palabra, Padre en tus manos encomiendo mi alma (Pater in manus tuas commendo spiritum meum. Dicho esto, inclinó la cabeza y expiró.

Y es aquí en donde en el Nuevo Testamento, se hace mención de la muerte, ya claramente como el inicio de vida eterna junto a Dios.
 
La vida del creyente en la tierra, es solo parte de su existencia y de su ser; es ocasión para medir su fe y fidelidad al Dios viviente. Por lo anterior, la liturgia desde siempre, celebra a sus Santos no en el día de su nacimiento en la tierra, sino el día de su salida de ella, y nos dice que a los cristianos, no se les arrebata la vida, sino que se les transforma.
 
La Liturgia no se ocupa de la muerte en si, sino la celebra por su contenido Pascual; consuela a la familia o comunidad que se queda sin uno de sus miembros y también agradece con sus plegarias a Dios, por insertarlo en la comunidad celeste junto a El.
 
El sacrificio o muerte de Jesús.

 
La muerte de Jesús no es un accidente en su vida (Heb. 10,5). Desde el inicio, El se preparó para enfrentarla (Mt 20,28; Jn 11,9) además la anunció en repetidas ocasiones (Mc 8.31; Lc 13,31). Cristo era responsable totalmente de su muerte (Jn 10, 28-30; 19,30) porque sabía que esta hora era la hora de su triunfo (Jn 7,6-8).
 
Resurrección de Jesucristo.

 
La muerte y resurrección de Jesús constituyen el nuevo y definitivo sacrificio que reemplaza a todos los demás (Heb 7,27; 9,26). Por eso Jesús es llamado Cordero de Dios (Jn 1,29). Su sacrificio se identifica con la Pascua nueva (Paso nuevo, nuevo Paso) que lleva a la existencia santa y definitiva (Lc 12,50; 22,16; Rom 6,4).

Su dolorosa muerte con derramamiento de sangre, consigue el perdón de los pecados de toda la humanidad. (Is 53,10; Mt 26, 28) nos reconcilia con Dios, nos rescata y nos da la libertad (Rom 7,4; Ef 1,17). Su sacrificio nos muestra el amor de Dios, que lo mismo significa la generosidad del Padre como la obediencia del Hijo (Mc 14,36; Rom 5,6).

Como punto final vemos que la muerte y la resurrección de Jesús nos enseñan el sentido de nuestra propia vida; quien sacrifica su vida, la lleva al nuevo nacimiento (Lc 17,33).
 
El Imperio de la muerte en la actualidad.
 
En estos tiempos, lo que da fuerza a este imperio, es el pecado, el cual es propiamente el arma de la muerte, pues ella es su fruto, su término, su salario (Rom 6,16. 21. 23).
 
El pecado mismo tiene en el hombre un cómplice; los apetitos desordenados de placeres deshonestos (concupiscencia) dan nacimiento al pecado, que por su parte engendra la muerte; es la carne, cuyo deseo es la muerte y que fructifica para la muerte (Rom 7,5; 8,6) con ello nuestro cuerpo ha venido a ser “cuerpo de muerte”.

Sin Cristo, estaba la humanidad sumergida en la sombra de la muerte (Mt 4,16; Lc 1,79) así, la muerte fue en todo tiempo uno de los componentes de su historia y es una de las calamidades que Dios envía al mundo pecador. (Ap. 6,8; 8,9; 18,8) (4).
 
Conclusión.
 
Todo hombre pasa por la experiencia de la muerte. El Nuevo Testamento nos revela el acontecimiento como un paso para llegar a Dios.
Si vemos el acontecimiento de la muerte de los seres queridos, hecha ya la despedida (Gen 49), provoca la aflicción de los familiares que quedan (Gen 50,1) y comprendemos que cada uno de nosotros debemos pensar en la muerte como cosa propia, puesto que también veremos la muerte (Sal 89, 49).
 
Reflexión.
 
El estudio nos sirve para ver con claridad el paso que todo ser humano lleva a cabo, la muerte, como un requisito para llegar a Dios cuando nuestra vida se ha ajustado a los mandamientos y en general a la Doctrina de Jesucristo.
Creo firmemente en lo anterior, en la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. 
 
 
 
Bibliografía.
 
1.- PARRA SANCHEZ Tomás, Diccionario de Liturgia., Ediciones Paulinas.- 4ª Edición, México 2003  
 
2.- Misal 2008, Editorial Buena Prensa, México 2008.
 
3.- Biblia América, Edición patrocinada por la Arquidiócesis de México, 1992.
 
4.- LEON- DUFOUR. X, “Vocabulario de Teología Biblica”,  Editorial Herder 18ª Edición, España 2001